213º.- En esencia, todo ser humano es Cristo.Hemos de conscienciar que nuestra verdaderanaturaleza, nuestra Esencia, es ser Hijo deDios, perfecto, armonioso, rico y libre. Por lapráctica diaria de la Meditación, tendremos una másexacta medida de nuestra Esencia Divina ycomprenderemos la perfección magnífica e incomparablede todos los seres del cielo y de la tierra.
214º.- Cuando tenemos consciencia de nuestra perfección interior, admiraremos la perfección interior de toda persona.Cuando alguien desea sentir admiración por algo, enverdad está queriendo tomarconsciencia de su perfección interior. Cuando la Luzdel Amor de Dios nos ilumina, somos generososy amamos sinceramente a todo y a todos; sólo tenemospalabras de admiración y surge el Paraísoante nosotros. Observando el mundo con menteoptimista, recibimos la Luz de Dios.
215º.- Si tienes una buena idea, dá el primer paso para concretizarla.Si tu mente está sintonizada con la mente de Dios ytienes la idea de realizar una buenaacción, es porque llegó la hora de ponerla enpráctica, pues ha habido un proceso de maduracióninterior inconsciente. No dudes. La oportunidad escomo una persona calva que tiene cabellossolamente en la frente. Es necesario agarrarla cuandose aproxima, pues sería imposible hacerlodespués de haber pasado.
216º.- El ser humano es la más bella de las flores porque en él se manifiesta la gran vida del Universo.El hombre, como hijo de Dios, recibe los cuidadosamorosos de sus padres en el planoterrenal y crece teniendo el ambiente como tierra ylas múltiples experiencias como fertilizante; crecesu tronco, se llena de hojas, absorbe la luz de todaslas circunstancias positivas; su alma se llena deprofundidades y se amplía; las ramas crecen y brotanlos botones que anuncian las próximas flores;viene el exuberante florecer y, finalmente, producefrutos bellos y perfectos.
217º.- Recibimos al finalaquello que damos desde el principio.Se recibe lo
que se dá: esta es la ley de la mente.Es la ley de causa y efecto. Trabajar paralos demás es trabajar para sí mismo. Esto es porque elotro y yo somos uno; tu Vida es, en el fondo,la misma Vida del otro. Quien dá en abundancia recogeen abundancia, pues la cosecha viene delcielo.
218º.- Siembra en la mente de tus hijosel sueño de una vida bella,benéfica y noble.No destruyas el sueño de tus hijos. Estimúlalos paraque tengan un grande y noble ideal. Fijaalgo bien alto, tanto como el Sol, como objetivo y quelanzen el dardo del idealismo; y, aunque noalcancen la altura deseada, la flecha volará muy alto.Ayúdales a idealizar metas cada vez máselevadas.
219º.- Quien acepta los buenos consejos condocilidad, progresará siempre.Admitamos con prontitud nuestros errores. Nada enseñamás que la propia experiencia y laconsciencia de habernos equivocados. No consideremosdesfasados los consejos de padres o delos buenos amigos y consejeros. Existen buenasexperiencias que se mantienen inalterables a travésdel tiempo. Quien escucha humildemente a las personasde más experiencia, progresa siempre.
220º.- El trabajo hecho con almaes siempre una obra prima.En la sociedad pasada, predominaban los hombres deespíritu elevado, que no trabajabanexclusivamente por intereses económicos. Debemosimitarlos, dedicando lo mejor de nosotros atodo lo que hacemos. Así nacen las más noblesvirtudes, las artes y las ciencias de la Humanidad.Dedicar la vida a algo noble es lo mismo queentregarnos a la edificación de un alma inmortal, aamar impersonalmente a todo cuanto contiene vida en el cosmos.
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