20/5/08

La amazona.

Las hojas del bosque resplandecían con un verde de color esmeralda, caminábamos por un senda estrecha pero agradable: Paloma, sus hijos, su anciana abuela y yo; de momento pasaron unos tipos con unos caballos, Paloma me dijo: -"No seas coyona!!! Yo voy a montar ya que para eso traje mis botas especiales."-
Agil como amazona se subió en el caballo, admiré su valentía y la confianza total que depositaba en la vida a cada instante, mientras yo me subía lentamente en el caballo que me había tocado y con bastante desconfianza; de un momento a otro el caballo donde estaba Paloma perdió el control y comenzó a correr rumbo a la espesura del bosque y me gritaba: -"Por favor, sálvame!!"-por Dios ¿Yo que podía hacer?
Los tipos de los caballos corrieron tras ella, en eso Paloma se aventó por decisión propia, pero la parte posterior de su cabeza fue a dar en un árbol, se encontraba medio desmayada y quedamente me decía: -"Si me muero te encargo a mis hijos no los abandones por favor, y no permitas que su padre se quede con ellos, es un mal hombre."-
Como pudimos llevamos a Paloma al hospital y ahí le dijeron que le quedaban tres días de vida, Paloma sollozaba quedamente y únicamente repetía que iban a hacer sus hijos sin ella, yo sólo le decía:-"Paloma si estuvieras tan mal ya estarías inconsciente..."- aunque yo tenía mis dudas ya que Paloma no dejaba de sangrar por la herida de la cabeza.
Después de varios días en observación Paloma salió del hospital un poco cambiada: un poco más sensata y un mucho valorando la vida.La vida tiene caminos inciertos, esto sucedió hace tres años: Paloma sigue viva, ha tenido otros dos hijos, sigue viviendo con su esposo (el mal hombre) y desde entonces ya no ha montado a caballo.



No hay comentarios: